El reciclaje de la conciencia ciudadana

Reciclo por convencimiento, propio, dentro de un orden. Últimamente tengo las fibras a flor de piel y, tal vez por no cometer mayores desatinos, he decidido focalizar mis sensibilidades en el reciclaje, también literario. No obstante, a medida que avanzan los caracteres se me van abriendo las carnes y acelera el pulso.

Reciclar está de moda, es tendencia. Y se impone, como todo lo que atañe al ciudadano, a golpe de sanciones que caerán sobre su conciencia de bolsillo. Más deberes, derechos no.

En cuanto aparece la expresión "concienciación ciudadana" asociada a multa, me huele a residuos orgánicos e inorgánicos de conciencia encubierta de intereses de la pecunia. El caso es sacar partido. El ciudadano recicla, pero sin contraprestación alguna. Que ahora la recogida de basura propia del contenedor amarillo se recoge tres días a la semana (según la zona) pues a aguantar toca, que no es cuestión de ser un desalmado. La tasa de basura tampoco se toca.

Los salarios de sal de Montoro

A punto de perder la capacidad de sorpresa ante los argumentos más estrambóticos con que nos deleitan nuestros gobernantes, llega Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, a la última Sesión de Control al Gobierno y me reactiva el entendimiento.

Qué embeleso para los sentidos oírle decir que la mayor destrucción del empleo la causó "el exceso de crecimiento de los salarios al comienzo de esta crisis". A eso se le llama claridad de ideas. Y por ende ya no pude dejar de perder ripio... Gracias a Montoro me enteré que "los salarios no están bajando en España", sino que "están creciendo moderadamente".

Menos mal que el Instituto Nacional de Estadística (INE) me sacó del arrobamiento.

El INE y la realidad, pero como puede que el señor ministro no se haya enterado le hago partícipe de algunos ejemplos reales de "crecimiento moderado de los salarios". Sólo a título informativo, para la próxima Sesión de lo que quiera -choteo incluido-, le dejo una suculenta selección de ofertas de trabajo, del gremio periodístico, para digerir lentamente. A lo mejor el siguiente paso es volver a la retribución en sal, de donde deriva el término "salario" (del latín salarium).