domingo, 9 de febrero de 2014

¿De qué o de quién se ríe la infanta?

Señora infanta Cristina ni pizca de gracia tiene el paripé que se ha montado usted y su consorte para que baje del coche con una sonrisa de oreja a oreja, saludando tan pizpireta. ¿Dónde se cree que iba? Qué cuajo, qué pachorra (dicen en mi pueblo). ¡Lástima la educación tan selecta recibida! Eso siendo benévolos.

La séptima en la sucesión al trono se debía estar riendo de todos los españoles que, mal que le pese a ella y a quienes siguen excusándola, hemos dejado de chuparnos el dedo hace tiempo. 

Para este viaje no hacían falta alforjas (también lo dicen en mi pueblo, hoy me está saliendo la vena rural, por no cortarme las otras). Si ha necesitado una semana para preparar la declaración que, básicamente, se ha reducido a "no me acuerdo, no lo sé, no me consta", la primera conclusión, a simple vista, es que es más tonta de lo que parece.

miércoles, 5 de febrero de 2014

El "San Valentín" de la infanta Cristina

La infanta Cristina está preparando la declaración del sábado. ¿Qué tendrá la infanta? Desde el lunes, en Barcelona. ¿Qué tendrá la infanta? La infanta está enamorada. Ni Rubén Darío lo habría expresado mejor, amén de uno de sus abogados, Jesús María Silva, quien ya lo dio por explicado cuando dijo "que estaba enamorada". Pues ya está, eso lo justifica todo, con que se lo suelte tal cual al juez, asunto arreglado. En vísperas de San Valentín, el santo bien vale una "declaración" de amor, aunque sea en los Juzgados. Lo demás sobra, incluidos los técnicos de Hacienda. El amor debe entontecer hasta límites insospechados.

Y ya que estamos con el enamoramiento a vueltas y tanto se ha hablado sobre cómo accederá a los Juzgados de Palma de Mallorca, por qué no a lomos de un corcel blanco. Bueno no, la cuestecita, pendiente abajo, puede suponer cierto riesgo para la seguridad de sus reales posaderas si el brioso córcel se encabritara, resbalara, despeñara o despeñase. Mejor un ratito a pie y otro caminando, como el tren de San Fernando. Que baje como quiera, que eso hará, como ha venido haciendo hasta ahora, desoyendo todo lo oíble...