Seis millones de botones sin alfombra roja

Tanto silencio sobrecogedor sobre sobrecogedores y desidia expresiva sin expresar, tanta alharaca por efectistas nimiedades hechas públicas de forma oportunista, tanta parsimonia en lo acuciante y rapidez en lo inquietante, tanto despilfarro superfluo y asesores con sueldos a kilo por consejo, no puede ser bueno. Menos para un Gobierno. No se puede espetar que otros hicieron lo mismo, como si ese argumento validase lo inservible. Esto va por turnos y como diría Cospedal "que cada palo aguante su vela".

Y lo que es más grave, o tengo el síndrome del "barrido" o toca aspiradora... Porque mientras la porquería de cualquier tipo  -sin reciclar, vale todo- se va acumulando, últimamente me invade la sensación de que se levanta la alfombra, amontonándose la suciedad con una tibieza pasmosa hasta enfriar.

A frases hechas oídos sordos

Los últimos acontecimientos relativos a Luis Bárcenas y lo que le rodea ¿?, incluidos los sobres de sobresueldos que presuntamente han circulado por los bolsillos distraídos del PP, parece que han dejado a algunos de sus dirigentes sin habla.

Acostumbrada a tanta locuacidad, me deja perpleja tanta frase hecha en su afán por mostrar determinación y contundencia en sus primeras manifestaciones. No deja de ser curioso el estilo popular con el que nos deleitaron... no vaya a ser que no quedara claro. Y así María Dolores de Cospedal se aferró a "que cada palo aguante su vela", Rajoy enarboló el "no me temblará la mano" si se descubren irregularidades y Esperanza Aguirre optó por llevar la investigación hasta el final "caiga quien caiga" (tal vez en homenaje al programa del que, en tantas ocasiones, fue protagonista).

Los "patos" de la corrupción

Algunos políticos, al igual que los alumnos aventajados de Díaz Ferrán, no dejan de sorprenderme. Es el caso reciente de Alfredo Pérez Rubalcaba. El secretario general del PSOE plantea a los partidos la necesidad de un "compromiso contra la corrupción" para reflexionar y, como no, en Facebook publica que la crisis económica “ha derivado en una auténtica crisis del sistema político y los últimos casos de corrupción han creado una situación grave". Y se habrá quedado tan a gusto... A estas alturas, las obviedades son eso obviedades, sin más. No hay que ser muy avezado para llegar a esa conclusión.

A España la han saqueado y lo continúan haciendo todo el que ha podido meter la mano para llevarse lo que no le corresponde, y los casi seis millones de parados son una de las consecuencias más graves, que por muchos "frutos" que vea ahora el Gobierno actual o "brotes verdes" el Gobierno anterior, la "cosecha" no pinta bien.

La "manga ancha" de Telefónica ficha a Rato

¿Qué tendrá Telefónica para ser la "casa de acogida" de tanto imputado?, el último Rodrigo Rato. Telefónica, el mayor operador nacional de España por número de clientes, debería dejar de serlo por semejantes hechos. No sería descabellado que los abonados se plantearan cambiar de compañía ante tales comportamientos y dejar de comulgar con tanta tropelía.

¿Será la banda ancha de Telefónica, su herramienta clave, la que posibilita esos gloriosos fichajes? o tal vez se trate de la "manga ancha", en la que todo cabe. Estos procesos de selección tan rigurosos me dejan mucho más tranquila respecto a la transparencia para acceder a un puesto de trabajo.

A 190 euros el curriculum

El precio del curriculum está por las nubes, no hay más que ver la tarifa que ha establecido el desgraciadamente conocido colegio de Granada, al que me niego a citar por su nombre, por ser innombrable lo que ha pretendido (esperemos que se quede en ese tiempo verbal sin consecución).

Sí, señores, así se abre un proceso de selección para optar a un puesto de trabajo: 190 euros por curriculum. No hay parado o trabajador que lo resista ni dignidad humana que lo aguante, amén de otras consideraciones que habría que tener en cuenta... por ejemplo, si el curriculum resulta mediocre da igual, se lee porque para eso se pagan 190 euros; sí se trata de un curriculum excepcional de una mente privilegiada, mejor que ni se moleste si no ha existido pago a priori.