Antón Pirulero en las Elecciones europeas

A recordar en las próximas elecciones, a ver si lo conseguimos. Complicado, por el fragor de la batalla, que puede hacer perder la noción del objetivo, y porque tal vez -digo, sólo tal vez- alcanzar el poder facilita mucho asegurarse el futuro. En política trabajar por el bien de los demás, aun a costa del propio, está por ver.

Sin dar muchas vueltas, a bote pronto, convendría recordar, por ejemplo:

1. No menospreciar la inteligencia de la mujer. Está feo y alardear de ello, más. Los electores son hombres y mujeres mayores de 18 años. Sus votos son igual de válidos.

Los recortes llegan a los pajaritos

La doble moral nos va a matar -en sentido figurado, claro-. A ver si ahora se va a considerar incitación a la violencia... La moralina o falsa moral no es bueno para nada, que viene a ser: ahora me viene bien, ahora no, según convenga.

"La apología del delito y la incitación al odio debe ser rechazada y debe tener un reproche penal o administrativo", decía Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior, en los pasillos del Congreso de los Diputados. Dicho así -sacando la frase de contexto, de lo que tanto se nos acusa a los periodistas- suena bien. (Vaya por delante mi absoluta condena a cualquier tipo de violencia y desmedida reserva ante quienes consideran a Twitter como autopista de información).

Lo que no me suena tan bien es dentro del contexto que lo hizo -vaya por Dios, qué contradicción-. Declaraciones realizadas a raíz "de lo que hemos visto con ocasión del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco", continuaba el ministro.

A la caza y captura del parado

Hoy me voy a ir al pico de la mesa, como el Gran Wyoming, para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores o Día del Trabajo, que a este paso será como las campañas a favor de las especies protegidas en extinción. Así que, mejor que lo celebren sólo quienes trabajan "en una empresa", que es "el espacio natural de los sindicatos, donde el papel de las formaciones sindicales es trascendental". Quién sabe si cuando Cándido Méndez, secretario general de UGT, soltó esa perla no le traicionaba el subconsciente.

No sé por qué me asalta esta asociación de ideas (especie en extinción/espacio natural). Por ende, el parado no es el hábitat de los sindicatos porque no es una especie en extinción, a pesar de la Encuesta de Población Activa (EPA). Ahora lo entiendo todo. ¡Lagarto, lagarto!

Los parados lo celebran de otra forma. El actual Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) -que de servicio tiene poco y de público puede que le quede menos-, antiguo INEM o cualquier otro nombre que se les ocurra, ha tenido la deferencia de organizar un  particular "programa de festejos" para el parado, seguro que pensando en los previos al Primero de mayo.