martes, 22 de julio de 2014

Empléate... si puedes

Empléate, "el portal de los portales" que anunciaba Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, no deja de ser otro invento más para entretener la realidad ilusoria de que el Gobierno está poniendo todo su empeño en remediar el paro, "trabajando duro y bien". Así se hace, sin modestias.

Con ese ánimo que le caracteriza, lo corroboraba la ministra. Decía, refiriéndose a tan magna empresa -el portal-, que "no está concebido para buscar empleo, es para encontrar empleo y ese es nuestro compromiso fundamental". Bonita frase, no obstante, si quien busca no siempre encuentra, no quiero ni imaginar si no busca... (los milagros existen).

No es por ser aguafiestas señora ministra, pero demasiadas "películas", ya tuvimos bastante con la alfombra roja como para andar ahora con "la puesta de largo" del nuevo portal. Nos faltaba el vestido largo para dar otro traspié.

martes, 15 de julio de 2014

Los "jardines" de Ana Botella

Ana Botella, alcaldesa de Madrid, intensifica sus actos al aire libre. El buen tiempo propicia las "jiras campestres" en un entorno urbano, por lo que deduzco que el Ayuntamiento no debe tener prioridades más urgentes.

En el Jardín "El Capricho" inauguraba, hace seis días, la recuperación de La Venus de la Alameda y La Exedra, compuesto por Hércules y Ónfale, Baco con sátiro, y el busto de la duquesa de Osuna. En dicho acto la alcaldesa decía que "el regreso de estos dos conjuntos escultóricos revela el máximo interés del Ayuntamiento por devolver al pueblo de Madrid el patrimonio histórico artístico de la ciudad". Más adelante indicaba que habían formado parte de colecciones privadas hasta que el Ayuntamiento de Madrid las adquirió hace nueve meses por 30.000 euros, tras lo cual se procedió a "un exhaustivo proceso de limpieza y restauración".

Me pregunto cómo se puede "devolver" al pueblo algo que era de él, comprándolo. Tal vez el raciocinio y la lógica no tienen cabida cuando se trata de arte. Si además las esculturas se han sometido a un completo proceso de restauración... el cuidado que se les ha prodigado, en las colecciones privadas a las que pertenecían, no ha debido ser de lo más esmerado. Algo que también se escapa a mis prosaicas entendederas artísticas. Lo importante es que la alcaldesa nos ha completado "El Capricho", aunque el pueblo de Madrid no tenga, precisamente, caprichos, sino necesidades.

Y a los tres días, Ana Botella, en otro jardín. Máximo respeto por el motivo: la inauguración de un busto de Miguel Ángel Blanco, en un jardín que no existía y que se inauguraba al mismo tiempo.

Un jardín, hecho para la ocasión, en un tiempo récord, ubicado en un pico de terreno vallado con tela metálica -desconozco la titularidad-, al lado del Club de Tenis Chamartín, entre las calles Federico Salmón y la salida de la M-30 a la plaza José María Soler, en donde hasta no hace mucho se había aposentado un vagabundo, que tras desaparecer -vagabundo, con tela metálica incluida- pasó a ser ocupado como aparcamiento y que finalmente alberga el Jardín de Miguel Ángel Blanco. A día de hoy cerrado. A través de la verja se aprecia el busto, un parque infantil, algunos bancos, cuadrantes de césped y una construcción de una planta sin especificar finalidad.

Supongo que todo es mejorable, unas cosas más que otras.
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