viernes, 28 de junio de 2013

Los 13 errores fantasmas que volaron

Qué alivio, los 13 errores de las propiedades atribuidas a la infanta Cristina no son de Hacienda. Sólo 2, los otros 11 se atribuyen a registradores y notarios. Como t@nteo no está mal. Como explicación, además de tardía, inquieta igual o más que la callada por respuesta.

Si el Gobierno no tiene explicaciones para nada, no iba a ser menos en este asunto. Y Miguel Ferre, el secretario de Estado de Hacienda, no tiene nada mejor que hacer que achacarlo al tratamiento manual de los datos de un funcionario ya jubilado. Fácil. Se produjo un "deslizamiento" en los dígitos imposibles de un DNI (14). Simple y sencillo. Tratándose de la idea que hasta ahora se tenía de la Hacienda Pública. Difícil de creer. Unido a los 11 errores de notarios y registradores. Más difícil todavía. Todo "casual". Imposible por estadística. Ferre dice que "no cabe lugar para especulaciones". Salto mortal. Ante tamaña concatenación de aciagos hechos lo que no cabe es lugar para otra cosa.

viernes, 21 de junio de 2013

Blesa: salida preferente de la cárcel

Catorce días, ese es exactamente el tiempo que ha tardado Blesa en salir de la cárcel. Del 6 al 20 de junio. Breve, pero intensa ha debido ser la estancia en la prisión de Soto del Real, de Madrid, para abandonarla saludando a diestro y siniestro. Bien dicen que hay que tener amigos hasta en el infierno...

Viéndole salir, quién diría que sale de donde sale. Ufano, sonriente, con paso ligero, no sea que estos vaivenes carcelarios se tornen antes de poner "pies en polvorosa".

martes, 11 de junio de 2013

La feria de la cárcel

A ver lo que tarda Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, en salir de la cárcel. Otro juez que se gana el sueldo: Elpidio José Silva, titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, dicta prisión incondicional sin fianza para Blesa y la Fiscalía recurre la decisión.


Uno de los argumentos de la Fiscalía es epatante: “no aprecia ningún riesgo de fuga del exfinanciero por considerar que ha comparecido a todos los llamamientos judiciales”. ¡Qué seguridad en el libre albedrío de la naturaleza humana! A veces las hábiles deducciones de las testas de altas instancias hacen que enmudezca cualquier atisbo de coherencia plausible.