jueves, 21 de febrero de 2013

Estado de la Nación: incrédulo

No sé por qué las palabras de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España, en su intervención en el debate sobre el Estado de la Nación aumentan mi recelo más que la confianza. El optimismo que se desprende de su discurso, incluido el déficit, por debajo del 7%, y sus palabras alentadoras me dejan fría. Será la temperatura ambiental... porque de creer lo que he oído habría de contenerme para no expresar con júbilo ¡Albricias, estamos salvados! gracias al buen quehacer del Gobierno se ha evitado el naufragio.

Sin embargo, mi percepción es otra. Ahora, desde que han salido a la luz los famosos papeles de Bárcenas y demás revuelos, casualmente digo -no causalmente- parece que no hay más recortes, no se descarta una bajada de impuestos para 2014, se reformará la Ley Hipotecaria, dijo Rajoy, para "poder renegociar las deudas", la Comunidad de Madrid hace público un plan de incentivación del empleo, se anuncian ventajas fiscales para empresas que contraten mayores de 45 años... Todo son parabienes.

viernes, 15 de febrero de 2013

Mato, Sepúlveda y la conducta ejemplar

Ahora sí, una semana antes no -según Carlos Floriano-, pero ahora resulta que sí podían despedir a Jesús Sepúlveda, ex marido de Ana Mato, y así lo ha anunciado María Dolores de Cospedal.

Con cada una de las declaraciones que nos obsequian mi estupefacción va en aumento, me dejan en suspenso la razón y a punto están de dejarme sin palabras. En cambio ellos, ni pestañean; con un "rectificar es de sabios" -como dijo Cospedal- asunto solucionado, claro que también podría haber dicho "donde dije digo, digo Diego", que hubiera quedado más propio.

jueves, 7 de febrero de 2013

Transparencia bien entendida

De tanto oír el término transparencia pronunciado por cada uno de los miembros del Partido Popular, de tan manido, parece desvirtuado. A modo de recordatorio, según la Real Academia Española, "transparente" significa, en la acepción que nos ocupa, "claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad", y, por ende, "transparencia" nos remite a "cualidad de transparente". Todo el mundo conoce su significado, con mayor o menor precisión; todos, menos estos señores que se han dedicado a convocar todas las ruedas de prensa habidas y por haber, a posteriori de la comparecencia de Mariano Rajoy ante las cámaras de los medios de comunicación, que no ante los periodistas, y a falta de la que todos echamos en falta. Una rueda de prensa, eso sí, con preguntas -ahora que están de moda las "sin preguntas", hay que diferenciar- habría sido un punto a su favor en ese camino hacía la transparencia del que tanto alardean, al que nunca llegan y al que la mayoría de los ciudadanos ni atisban por ningún lado.