jueves, 28 de noviembre de 2013

Bolsos y Fabra, en la película

Los bolsos de UGT a la espera de depurar responsabilidades, confiemos que no sean asiáticas -la manía de obsequiar a los congresistas nunca ha traído nada bueno-. Los sobres del PP hartos de roña hasta los indicios, que no hay por donde cogerlos. Los delitos fiscales -el resto evaporados- de Carlos Fabra, que está ¡sin fondos para pagar la multa, aunque el aeropuerto del abuelo sea de un pájaro! La ignorancia de Díaz Ferrán, el que fuera presidente de los empresarios, que no sabía que tenía que pagar impuestos -¡99 millones de euros!-, menudo despiste para un empresario. La doctrina Parot que nos tiene hasta el mismo Parot -ya está bien que encima se la conozca con el nombre del etarra-. Esto es un sinvivir...

Con estos ingredientes en manos de un guionista, bueno o malo, a ver quién le hace sombra a la película de cine negro que nos están emitiendo por capítulos.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Basura legalizada

Algo huele a podrido y no es la basura que ha cambiado el paisaje urbano de Madrid. Se trata de un hedor más turbador que impregna testas de alta alcurnia imposibles de imputar, que desconcierta el ánimo.

No hay forma, por más indicios que haya... Los adalides de salvaguardar el honor de la infanta Cristina, o de cualquier otro intocable, ni los ven ni los verán. Estamos en el país de Nunca Jamás (Peter Pan tampoco tiene "nada que ver"), donde nunca jamás sucede lo que debería de suceder. En España parece que también existen las castas.

Resulta insultante su retiro a Ginebra y el de su consorte, su mantenimiento de los derechos dinásticos sin renunciar a ellos por propia iniciativa o ajena, procediendo a despojarla de los mismos. Su firma donde no debiera. Sus alquileres a sí misma por estipendios infundados. Su altanería, indigna de quien está donde está por ser quien es. Ofende tanta altivez y el tesón en su protección de a quienes les toque el turno.

martes, 5 de noviembre de 2013

Diputados a la carrera

Incalificable la imagen de los señores y señoras diputad@s saliendo a la carrera el pasado jueves, víspera de la festividad del 1 de noviembre. Primero, del Hemiciclo, que si no esperaron a que el presidente, Jesús Posada, levantara la sesión, mucho menos lo iban a hacer para enterarse del resultado de la votación sobre la reforma de las pensiones, y después, del Congreso de los Diputados.

¿A quién le puede importar el resultado de una votación más o menos, comparado con no perder ni un minuto de mi interés personal?, pensarían sus señorías, ansiosas por salir de najas. La respuesta es sencilla: a todos los ciudadanos que les han elegido como sus representantes.