domingo, 3 de agosto de 2014

Un déjà vu sobrecogedor y continuo

Menos mal que "2014 es el año de la recuperación". Lo ha dicho Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España, con lo cual se irá de vacaciones más tranquilo. Yo no, no lo noto.

Lo que sí noto, amén de otros desmanes que no vienen al caso -hace mucho calor-, es el sonsonete aprendido de frases con que nos deleitan los miembros del Gobierno. Decía Rajoy "la recuperación ha llegado para quedarse". ¡Caray!, esto me suena a "el empleo en España ha llegado para quedarse", de Fátima Báñez. Es un déjà vu sobrecogedor, continuo, el que me asalta. Todo llega a España para quedarse, pero aquí no vemos nada -como los dineros que salen de España a la carrera-. Somos lentos de reflejos, de efectos retardados, pero mucho...

No me digan ustedes que en 34 años, el tiempo que Jordi Pujol ha estado afanando lo que no le correspondía, ¡nadie se ha dado cuenta! Y cuando por fin nos enteramos, otra vez a vueltas con los mecanismos de control. Más déjà vu. Esto es un sinvivir comparable al Día de la marmota, pero atrapados en el tiempo de la sinvergonzonería. Pobre Pujol, de un plumazo ha dejado de ser "Muy", "Honorable" y "Señor".

Y ya que estamos con los honores, el que les ha hecho Iberdrola al grupo de periodistas que invitó al mundial de fútbol de Brasil o a Polonia... Hay honores que deshonran, la nebulosa de las prebendas tiene mucho peligro. Aunque parezca mentira, hay quien se vanagloria por ser objeto de este tipo de deferencias. Lástima. Más déjà vu. 

La tranquilidad la voy a dejar para otro día.
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