Los rezos de TVE

Entre el decoro en el vestir de la juventud, los rezos de los parados y el patrocinio cultural de programas como MasterChef, la intervención de Leopoldo González-Echenique, presidente de RTVE, en la Comisión Mixta de Control Parlamentario, tuvo que ser una fiesta a la que no faltó Dora la Exploradora.

Dice González-Echenique que el 73 por ciento de la población es de confesión católica, intentando supongo justificar así lo injustificable. ¿Cuál será el tanto por ciento de católicos perplejos ante informaciones tan “trascendentales”? A no ser que el catolicismo nuble el entendimiento, pero ese es otro tema.

El incumplimiento de la Ley de Costas

Da lo mismo que existiera una Ley de Costas de 1988, ahora reformada. En lo que al tristemente conocido El Algarrobico se refiere, como si no hubiera existido. Su construcción, iniciada en 2003 y paralizada tres años más tarde, en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar en Carboneras (Almería), constituye un buen ejemplo de obviar la ley.

Aun así, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha afirmado que la nueva ley “proporciona instrumentos más potentes para evitar las barbaridades urbanísticas que se hicieron al amparo de la ley de 1988” y citaba el hotel El Algarrobico. (¿”Al amparo”?, dice. Cada vez se expresan peor los políticos… o tengo un problema de entendimiento políticamente incorrecto, que todo es posible).

La infanta que no sabe/no declara

Qué bien, la Audiencia Provincial de Palma retira la imputación de la infanta Cristina de Borbón y Grecia, y todos tan contentos…

Eduardo Torres-Dulce, el fiscal general del Estado, declara su “satisfacción” al tiempo que califica de “magnífico” el trabajo de investigación e instrucción de la causa del juez José Castro ¿? (admirable el uso que hace del lenguaje); su hermana la infanta Elena dice sentirse “muy alegre, gracias”, que verbaliza reiteradamente; y la Casa Real que en su día manifestó “sorpresa” por la imputación, ahora -lógicamente- expresa su “máximo respeto” por la decisión del auto dictado que suspende dicha imputación. No podía ser de otra forma, aunque tal vez por decoro, dignidad y respeto a este pueblo español que les sustenta hubiera sido más esperanzador que la Casa Real aplicase la propiedad conmutativa, cambiando el orden de los factores, que en este caso sí altera el producto; es decir “máximo respeto” ante la imputación y “sorpresa” por la no imputación, que ya se había dictado. Pero no, las cosas no funcionan así en éste, nuestro país.