viernes, 31 de octubre de 2014

El misterio del Espíritu Santo y de otros

Querido señor presidente del Gobierno de España: si a usted le roban ¿se conforma con que le pidan perdón? Si la respuesta es afirmativa eso lo explicaría todo, incluido el misterio del Espíritu Santo. Si es negativa y no actúa, no se entiende, cuesta, igual que el misterio del Espíritu Santo. 

Hoy me pilla usted mística con tanto misterio descubierto, tanto espíritu dotado de poderes "sobrenaturales" para llevárselo a paraísos terrenales, y tanto santo de pacotilla; tanto que el misterio de la Santísima Trinidad a su lado se me aparece de una luminosidad meridiana, similar a la de la paloma celestial. La gaviota ni la veo, camino de otros paraísos.

Sólo veo volar dineros que van y vienen en un regocijo festivalero difícil de clasificar. Venga corruptos, venga cuentas en suiza, venga concesiones a dedo y perdón, perdones a tutiplén, Un trasiego de perdones comparable al de la Audiencia Nacional. Pero de enmienda ni asomo.

Habría que empezar, se me ocurre, por limpiar el desagüe de la casa propia para ir drenando las alcantarillas, a no ser que estemos encantados de la regurgitación periódica de la inmundicia. Nada mejor que una mascarilla -si no se padece de anosmia- para evitar el vómito, como la de algunos, inmunes, a todo tipo de olores.

Y ya metidos en los olores de la "Operación Púnica" -de Punica granatum, nombre en latín del granado-, en "honor" a Francisco Granados, el principal detenido, me quedo con "Operación Alcantarilla", designarla así hubiera sido mucho menos sutil, pero aromática ni punto de comparación.
© 2014

1 comentario:

  1. De enmienda ni asomo, pero de jodienda vamos servidos, así nos va, de esta no nos libramos ni con la FE.

    ResponderEliminar