Ecce homo sin sentido

Quién nos iba a decir que en pleno siglo XXI, el Ecce homo, expresión atribuida a Poncio Pilato, volviera al ranking de los top ten de la forma más isospechada, por generación espontánea de la mano de alguien que jamás se hubiera imaginado merecedora de tal protagonismo. O es una confabulación de los dioses o los designios del Señor son inescrutables...

El significado de Ecce homo "he aquí el hombre" no podía reflejar de forma más fidedigna el retrato del hombre sin sentido, fruto de esta sociedad "marketingniana", si se me permite la expresión.

Lo que no debería haber sido nada más que una noticia curiosa, de esas con las que a veces nos "deleitan" los medios de comunicación, y no haber ido más allá de una anécdota -sin adentrarnos en otras profundidades como responsabilidades o respeto a la obra y autor original sea cuál sea su valor, que otro tratamiento se le debería haber prodigado y zanjado el asunto- se ha convertido en un disparate esperpéntico en el que todo vale con el fin de lucrarse. Una vez más "he aquí el hombre" maltrecho física y moralmente.

Cómo es posible que el resultado de semejante metedura de pata se utilice como reclamo publicitario para fuere lo que fuese, sin mayores contemplaciones... Asombroso! Hemos perdido el norte y el resto de puntos cardinales y si sólo nos quedaba la razón más o menos pura -o impura- a punto estamos de perderla. Habrá que llamar a Kant a ver si se le ocurre algo... pero que venda, que además como alemán seguro que nos saca de esta crisis.  

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