jueves, 1 de agosto de 2013

Rajoy en el Senado: "Fin de la cita"

Para iniciar unas vacaciones como Dios manda no hay nada mejor que empezar el mes de agosto sin novedad. Eso es precisamente lo que debió pensar Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España, cuando anunció su comparecencia en el Senado el 1 de agosto, sabiendo lo que iba a dar de sí su intervención sobre el "Caso Bárcenas". No sería de extrañar que -visto el discurrir mental al que nos tienen acostumbrados- todavía piensen que hemos de estar agradecidos por semejante deferencia.

Sólo se ha tratado de una primera ilusión auditiva al oírle decir: "Uno de los objetivos de mi presencia aquí es, pues, salir al paso de los equívocos o malentendidos que se hayan podido producir, ofrecer mi opinión sobre lo sucedido y, naturalmente, facilitar toda la información que esté en mi mano y pueda contribuir a un mejor conocimiento de los hechos en un asunto que, les recuerdo, está sub iúdice. Es importante que los españoles sepan qué es lo que está pasando, por qué está pasando y qué repercusiones puede tener en los asuntos que a ellos más les importan".

La expectación albergada se desvanecía al segundo, cuando continuó: "No es la primera vez que hablo de esta materia. Ya lo hice en una comparecencia abierta para todos los españoles a principios del pasado mes de febrero y unas semanas más tarde debatimos en esta Cámara sobre este asunto en el Debate sobre el Estado de la Nación".

Si ya empezamos así, llamando "comparecencia abierta" a la realizada a través de un plasma, mal vamos. Y así hemos ido. Al cabo de una hora de discurso nos hemos quedado igual que estábamos... o peor. Porque acabamos de enterarnos que Rajoy considera que se le amenaza cuando se habla de presentar una moción de censura, espetando "no me amenace, señor Pérez Rubalcaba, con una moción de censura".

Además de utilizar esa forma "torticera" -otra palabra que tanto le gusta al PP- para no hablar con claridad y repetir lo ya sabido. En esta ocasión no iba a ser menos. Respecto al camino elegido por Bárcenas, ha dicho: "Yo no puedo decirles otra cosa sino que son falsas sus acusaciones, son falsas sus medias verdades y son falsas las interpretaciones de la media docena de verdades que emplea como cobertura de sus falsedades". Y todo eso en sede parlamentaria.

Vamos que, parafraseando la expresión acuñada otrora por Rajoy, "el Gobierno, ya tal", fin de la cita (sin paréntesis).
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1 comentario:

  1. Poco a poco nos vamos dando cuenta que la corrupción que inunda al partido popular, está como el propio partido en su "fin de la cita"

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