Eduardo Torres-Dulce, el fiscal general del Estado, declara su
“satisfacción” al tiempo que califica de “magnífico” el trabajo de
investigación e instrucción de la causa del juez José Castro ¿? (admirable el
uso que hace del lenguaje); su hermana la infanta Elena dice sentirse “muy
alegre, gracias”, que verbaliza reiteradamente; y la Casa Real que en su día
manifestó “sorpresa” por la imputación, ahora -lógicamente- expresa su “máximo
respeto” por la decisión del auto dictado que suspende dicha imputación. No
podía ser de otra forma, aunque tal vez por decoro, dignidad y respeto a este
pueblo español que les sustenta hubiera sido más esperanzador que la Casa Real aplicase la propiedad conmutativa, cambiando el orden de los factores, que en este
caso sí altera el producto; es decir “máximo respeto” ante la imputación y “sorpresa”
por la no imputación, que ya se había dictado. Pero no, las cosas no funcionan así en éste, nuestro país.
Todos tan contentos… menos los ciudadanos, que siguen bajando la nota a la Corona según el último barómetro de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Eso, antes de que la resolución de la Audiencia de Palma dejase sin efecto la citada imputación. Ahora, presumo que la ciudadanía seguiría bajando la nota del suspenso (3,6) y con "indicios" porque los ciudadanos sí saben, comprenden y tienen criterio.
Acciones como el voto particular que emitió el magistrado
Juan Jiménez Vidal disintiendo “respetuosamente” de sus colegas miembros del
Tribunal, tal como queda recogido en el auto, hacen que siga albergando cierta
fe en la justicia. Entre las razones que aporta no puede ser más
clarificador lo que arguye el magistrado “[…] se trata de una disposición en la que se acuerda recibir declaración en calidad
de imputada a una determinada persona. Tan elemental primera conclusión no es
baladí. No puede ser confundida la resolución con la propia imputación. No se
puede pretender que la convocatoria a declarar ante el Magistrado instructor
contenga la determinación de los hechos que se imputan”.
Por lo tanto, "Con la iglesia hemos topado" que diría Don Quijote.
Mientras tanto, la infanta Cristina no sabe nada, ¿se habrá enterado ya de algo?
© 2013
© 2013
Y digo yo, a ver si más bien sabe y conoce todo, pero se hace la ingenua, para con la ayudita de "papi" y el gobierno, evitar sentarse ante un juez y que le hagan preguntas un tanto comprometidas sobre su marido?
ResponderEliminarUn saludo
Con Fernando VII desaparecio la momarquía tradicional
ResponderEliminarCon Isabel II desaparecio la monarquía Parlamentaria
Con Amadeo de Saboya la monarquía Democratica .¿Que se podría hacer con la monaquía de Juan CarlosI;? que se podra decir cuando desaparezca.......? Saludos nin
Hola Nin, ahora tenemos una monarquía parlamentaria. Se podría hacer, por ejemplo un referéndum para conocer la opinión del pueblo. Para empezar no estaría mal.
ResponderEliminarUn saludo
no se puede enterar, no tiene mail.
ResponderEliminarhttp://www.casareal.es/
sino, se lo decíamos desde aquí mismo....