Los bolsos de UGT a la espera de depurar responsabilidades, confiemos que no sean asiáticas -la manía de obsequiar a los congresistas nunca ha traído nada bueno-. Los sobres del PP hartos de roña hasta los indicios, que no hay por donde cogerlos. Los delitos fiscales -el resto evaporados- de Carlos Fabra, que está ¡sin fondos para pagar la multa, aunque el aeropuerto del abuelo sea de un pájaro! La ignorancia de Díaz Ferrán, el que fuera presidente de los empresarios, que no sabía que tenía que pagar impuestos -¡99 millones de euros!-, menudo despiste para un empresario. La doctrina Parot que nos tiene hasta el mismo Parot -ya está bien que encima se la conozca con el nombre del etarra-. Esto es un sinvivir...
Con estos ingredientes en manos de un guionista, bueno o malo, a ver quién le hace sombra a la película de cine negro que nos están emitiendo por capítulos.
Es como si la Caja de Pandora se hubiera despanzurrado sobre nuestras cabezas, liberando todos los males, sólo que para volver a encerrarlos necesitaríamos más de una, dada su rápida reproducción. Mucho pudo la curiosidad de aquella señora, según cuenta la mitología, que no resistió la tentación de descubrir el secreto que encerraba la dichosa cajita. (A ver si ahora se le ocurre a algún cerebro responsabilizarla, capaces haylos). Y mucho ha de poder la codicia de algunos humanos..., ya lo advertía Quevedo con su vena satírica en "Poderoso caballero es don Dinero" denunciando la decadencia de España, allá por el siglo XVI.
El caso es que con Pandoras o sin ellas, "la caja de los males" en cuestión debe tener una combinación matemática harto complicada que imposibilita su solución. A no ser que aparezca el genio de Aladino para pedirle tres deseos, España se queda "como los chorros del oro" y fin de la película. En el "reparto" nos ahorraríamos una pasta.
© 2013
Con estos ingredientes en manos de un guionista, bueno o malo, a ver quién le hace sombra a la película de cine negro que nos están emitiendo por capítulos.
Es como si la Caja de Pandora se hubiera despanzurrado sobre nuestras cabezas, liberando todos los males, sólo que para volver a encerrarlos necesitaríamos más de una, dada su rápida reproducción. Mucho pudo la curiosidad de aquella señora, según cuenta la mitología, que no resistió la tentación de descubrir el secreto que encerraba la dichosa cajita. (A ver si ahora se le ocurre a algún cerebro responsabilizarla, capaces haylos). Y mucho ha de poder la codicia de algunos humanos..., ya lo advertía Quevedo con su vena satírica en "Poderoso caballero es don Dinero" denunciando la decadencia de España, allá por el siglo XVI.
El caso es que con Pandoras o sin ellas, "la caja de los males" en cuestión debe tener una combinación matemática harto complicada que imposibilita su solución. A no ser que aparezca el genio de Aladino para pedirle tres deseos, España se queda "como los chorros del oro" y fin de la película. En el "reparto" nos ahorraríamos una pasta.
© 2013
habeilas meigas, paqué Aladinos.
ResponderEliminarle digo, que una buena meiga les pega un conjuro que los jondia a toS.
Son demasiados los casos de corrupción que asolan este país y es lamentable que el setenta por ciento de los telediarios los copen dichas noticias, el treinta por ciento los deportes y esporadicamente algún comentario cultural.
ResponderEliminarO cambiamos o vamos a sufrir un desahucio por parte de la comunidad europea.
Me gustan tus artículos. Un saludo.