La valentía de un periodista ante expresos etarras

Hay que ser muy valiente para hacer lo que hizo Cake Minuesa, periodista de Intereconomía, en el acto de Durango convocado por expresos de ETA. Plantar cara a 63 excarcelados autores de más de 300 asesinatos no es fácil. Hay que ponerse en su lugar para apreciar realmente el valor de lo que hizo.

De rueda de prensa tenía poco, más bien nada. Convocar a los medios de comunicación a tal acto, en donde los cuatro portavoces de la mesa estaban respaldados por el resto de expresos etarras responsables de 309 asesinatos, ubicados en seis filas a modo de grada sobre fondo negro, ya es un escenario que puede generar cierta inquietud; más para repetirles hasta en cuatro ocasiones: "¿Qué habéis ganado? ¿Qué habéis ganado matando?".

En este contexto de "rueda de prensa", convocada "sin preguntas", si al primer intento de Minuesa de saltarse la premisa, encontrarse -en un tono seco e imperativo- con: "Hemos dicho que no vamos a responder a ninguna pregunta y aquí termina la rueda de prensa", puede desanimar a cualquiera, de seguir repreguntando ya ni hablamos.

Después de tener que oír a los convocantes decir que los expresos presentes "han soportado un castigo desmedido y añadido”; hablar sobre "la intoxicación informativa" (refiriéndose a las conclusiones de su debate); de "normalización política democrática" o de "respetar todos los derechos", todo ello sin pedir perdón, el circo lo han montado ellos. "Si quieres protagonismo", le dijo un expreso a Minuesa, "igual lo puedes buscar en el circo". Pues ahí mismo pueden ir a buscarlo ellos y dejar de montar circos utilizando una convocatoria de prensa.

Aplausos, Cake, por tu arrojo, por tu espíritu conciliador, por tu justa medida de las palabras en nombre de la paz, la dignidad y de la vergüenza. Aplausos, en nombre de los compañeros que allí se encontraban (personalmente creo que eran para ti) y de esta bendita profesión.

Aplausos de toda la sociedad por transmitir algo tan simple y complicado: "Me imagino que de todos los que estáis ahí, alguno os arrepentiréis y querréis pedir perdón, ¿no?". La pregunta sigue sin repuesta.
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