sábado, 4 de enero de 2014

El consejo del paraguas para un Feliz Año

"Permítame, aunque no la conozco, un consejo. Póngase el paraguas recto y así evitará mojarse. Vengo observando que la gente lleva el paraguas hacia adelante, olvidándose que se moja por detrás. Feliz Año".

Con este sabio consejo me obsequiaron el día 2 de enero, regalándome un Feliz Año excepcional, con el que todavía continúo sorprendida.

Caminaba por una calle desierta a esa hora de la sobremesa, en la que en estas fechas, la población parece sumida en un sopor de agotamientos y excesos. Es una de esas calles llena de árboles, sin tránsito, que se divisa completa de un extremo a otro. Al iniciar el recorrido no recuerdo ver a nadie -iría distraída-, casi a medio tramo me fijé en un afable anciano abrigado, con bufanda, sin paraguas -al menos abierto-, a pesar de que caía una leve llovizna. 

Cuando llegué a su altura, hizo ademán de llamarme la atención y me acerqué pensando que me preguntaría cualquier cosa: por una calle, la hora (no sería el primero...). Pero no, se limitó a decirme: "Permítame, aunque no la conozco, un consejo. Póngase el paraguas recto y así evitará mojarse. Vengo observando que la gente lleva el paraguas hacia adelante, olvidándose que se moja por detrás. Feliz Año". (Si en ese momento hubiera aparecido Mary Poppins con sus poderes mágicos, descendiendo, asida a su paraguas tal vez me hubiera extrañado menos).

Seguí caminando, eso sí, con el paraguas de estrellas estampadas -aunque suene cursi así es, qué se le va a hacer, es un regalo- recto, aunque con dos varillas desvencijadas y pensativa por el encuentro. Tan anonadada me quedé que ni me giré.

Las palabras protectoras del anciano, pronunciadas con una ternura infinita, acompañadas de una mirada más dulce si cabe, continúan resonando en el recuerdo... Hace muchos años la nieve obró de forma similar. Alegoría de una realidad.
© 2014

2 comentarios:

  1. La verdad es que es un relato de lo más tierno, y creo que me sentiría muy satisfecho de que alguien de una edad ya avanzada, se dirigiera a mí para darme un consejo desinteresado buscando unicamente la satisfacción de ayudar al prójimo.

    ResponderEliminar
  2. Un buen consejo con múltiples interpretaciones. Que suerte

    ResponderEliminar