sábado, 23 de marzo de 2013

Sanidad pública eficiente

No todo vale para la defensa de la sanidad pública. Si pública no es sinónimo de eficiencia, no sirve. Sanidad pública, sí, por supuesto, pero ha de traducirse en eficacia, profesionalidad y productividad.

Siempre me he resistido a pronunciarme respecto a este tema por la vinculación laboral que he tenido durante muchos -demasiados- años con publicaciones relativas al ámbito de la sanidad y de la medicina. La hartura profesional ha influido de forma decisiva. Trabajar para un medio, relacionado directamente con este ámbito -o con cualquier otro-, en el que lo que prima es el afán de enriquecimiento y figuración del empresario en cuestión, que posee una empresa periodística como quien tiene una churrería (con todos mis respetos para los churreros), ha hecho que haya visto demasiados intereses creados, y no precisamente de Jacinto Benavente.
El "yo te doy y tú me das" me ha vuelto descreída de tanta mesa redonda y tanto debate entre profesionales de primera línea de la sanidad que se prestaban y se siguen prestando a "salvar" la sanidad y, de paso, a nosotros, los ciudadanos.

No sé si es equiparable el símil, pero la lectura habría de ser la misma. Las empresas periodísticas deberían estar en manos de periodistas que conocieran y amaran el oficio con la finalidad de que su trabajo sea útil a la sociedad. Pues, en el caso de la sanidad pública más si cabe; el criterio tendría que ser el mismo, profesionales eficientes cuya labor debería estar fuera de cualquier tipo de duda. Y que conste mi máxima admiración y respeto a quien así ejerce la medicina, sea cual sea la labor que realice.

Siempre he defendido y defenderé la sanidad pública, pero no a cualquier precio. Un hospital público de referencia nacional con un servicio de urgencias en el que transcurren siete horas y media desde que se acude hasta que se entrega el informe, ni es eficaz, ni eficiente, y si me apuran, ni hospital, ya sea público o privado. Por no hablar del buen ejercicio de la medicina... profesionalidad cero si hay que esperar dos horas y media a que el especialista, el único en todo el centro, se digne a bajar a urgencias.

Está claro que el significado de "rápida actuación" en urgencias es relativo en la sanidad pública. ¿Será el preludio de Semana Santa o de algo no tan santo?
© 2013

1 comentario:

  1. Hola, estoy totalmente de acuerdo contigo, yo también soy defensor de lo público. Y ciertamente me avergüenza que sanidad y educación estén envueltos en batallas económicas, donde profesionales y políticos antepongan sus lucros particulares al bienestar social.
    Un saludo.

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